Está claro que el derbi de Grecia es uno de los más intensos del mundo. Quedó claro tras los incidentes en el cuarto partido de las finales de la Liga Griega entre Olympiacos y Panathinaikos que terminó suspendido por un grave altercado en el sector de la afición verde.
Todos esperaban que esta serie de finales sea explosiva, pero nadie imaginó que tanto. Los incidentes del denominado"Clásico de los eternos enemigos" le hicieron honor a su nombre, pero no sólo en el último partido de la serie, sino desde antes. Es más, podría decirse que las peleas, suspensiones y hechos violentos son moneda corriente en el Oly-Pana.
La final comenzó con problemas incluso antes del primer partido, cuando los jugadores del Panathinaikos llegaban al Estadio de la Paz y la Amistad, hogar del Olympiacos (sí, para algún desprevenido, ese es su nombre) y fueron atacados por los aficionados del Olympiacos con bengalas, piedras y bombas Molotov. Afortunadamente, pudieron resguardarse en la entrada de un edificio y no resultaron heridos.
Pero este enfrentamiento tiene una larga lista de antecedentes. Basta con ir más atrás y repasar algunos hechos de violencia que marcaron el clásico ateniense, el cual se destaca por su ferocidad.
ANTECEDENTES DE VIOLENCIA EN EL CLÁSICO GRIEGO
Los hechos del cuarto partido parecen un deja vú de lo sucedido en la edición 2009 de las finales de la Liga de Grecia, cuando el pabellón de El Pireo fue escenario de una violencia suspensión. A falta de 85 segundos para el final, los simpatizantes del Panathinaikos comenzaron su particular festejo arrojando bengalas a la pista, por lo que el partido tuvo que ser detenido. En esta ocasión, los jugadores regresaron y pidieron finalizar el duelo, por más increíble que eso suene.
Si hablamos de antecedentes de incidentes en el clásico ateniense no podemos dejar de mencionar los sucesos de las finales de 2017. A falta de dos minutos para el final del quinto partido, los simpatizantes del Olympiacos comenzaron a arrojar bengalas a los dirigidos por Xavi Pascual. El Panathinaikos se imponía 64-49 y el encuentro no pudo terminarse porque no estaban dadas las condiciones. Los jugadores y colaboradores tuvieron que resguardarse en los vestuarios.
Hace una década, las finales de la Liga de Grecia tuvieron otro episodio lamentable de violencia, quizás el más grave de todos. Durante el calentamiento previo al encuentro, una bengala impactó en la nuca de Kyle Hines, el estadounidense que vestía la camiseta del Olympiakos.
Lo más sorprendente no es que se haya jugado después de la agresión a Hines, sino que haya retomado después de evacuar el estadio. Cuando transcurría el segundo cuarto, el partido fue suspendido momentáneamente por incidentes en las tribunas entre la policía y los ultras. Tras sacar a toda la gente del pabellón, el juego continuó y terminó en victoria del Panathinaikos por 81-78.