Una vez más, la imagen de la OPAP A-1 Ethniki queda en entredicho con lo sucedido ayer en el tercer encuentro de la final de la competición entre el Olympiacos y el Panathinaikos. Los atenienses vencieron de forma merecida por cuatro puntos de diferencia (72-76), consiguiendo de esta forma el título liguero contra todo pronóstico (0-3). Derrotando al bicampeón de Europa en su pista por segunda vez consecutiva. Ganador de la liga regular esta temporada 2012-2013.Cronología de los hechos. La polémica estuvo marcada antes y durante el choque, debido a un alto nivel de crispación social y mediático por parte de los propietarios de ambos conjuntos. Los hermanos Angelopoulos, por parte de Olympiacos, y Dimitris Giannakopoulos por parte de Panathinaikos.
Antes de la finalísima, el máximo mandatario del PAO pidió más controles antidoping, acusando de forma indirecta a su gran rival del Pireo. La reacción de los propietarios rojos no se hizo esperar. Después de ganar en el Pabellón de la Paz y la Amistad en el primer encuentro, durante el descanso del segundo partido de la eliminatoria, Giannakopoulos entró al vestuario de los colegiados, amenazándoles con duras declaraciones: “No vais a salir de aquí”. El conjunto del trébol ganó bajo las quejas de los visitantes. De forma fulminante, la ESAKE no dudó en sancionar al infractor: 22.000 € de multa y tres meses sin poder pisar un pabellón. Bajo un constante cruce de comunicados oficiales y menosprecio entre ambos clubs, el tercer encuentro estaba al caer. Los jugadores preferían hablar en la pista y mantener la calma.
Los hechos se precipitaron con la desaparición de forma repentina de uno de los medios de comunicación nacionales más importantes, ERT. Con la consecuencia de que el encuentro se convirtió en una auténtica subasta para ver que canal televisivo obtendría los derechos de la retransmisión y los posteriores beneficios económicos por una gran audiencia. El canal de pago SKAI asumió los costes y la responsabilidad bajo una mala cobertura. Juzguen ustedes mismos escuchando el resumen del encuentro.
Bajo una fuerte presión, el tercer partido se celebró. El ambiente fue ensordecedor en el SEF durante medio minuto. Una hora antes y bajo la atenta mirada del seleccionador griego, A. Trinchieri (Ex Cantú) , los radicales rojos rompieron una cámara de televisión. Panathinaikos salió a la cancha bajo una sonora lluvia de gritos, silbidos y bengalas. Durante el calentamiento, una bengala impactaba en la pierna del ex Herbalife Gran Canaria Michael Bramos, que tuve que volver a los vestuarios. Y lo que son las cosas, Milan Tomic, miembro del club del Pireo y sancionado duramente por la ESAKE la semana pasada por arengar un polémico cántico contra el conjunto del trébol en la celebración por la consecución de la Euroliga, tuvo que coger un micro y pedir por la megafonía calma a todo el público presente antes del inicio del choque.
Desgraciadamente, la contienda tuvo que pararse en más de una ocasión por la conducta antideportiva de los radicales de Olympiacos. Los hechos se precipitaron a falta de 1 minuto y 27 segundos para el final del choque. Los aficionados locales, viendo que la final estaba completamente perdida, mientras cantaban de forma incesante cánticos ofensivos al Panathinaikos, lanzaban de forma discriminatoria bengalas a la primera plantilla del Panathinaikos. Bajo el gran enfado de toda la expedición verde, que tuvo que marchar corriendo a los vestuarios. Se intentó reanudar el encuentro desalojando el pavellón, pero los radicales de Olympiacos no colaboraron. De esta forma, ESAKE y los árbitros decidieron suspender el encuetro de forma defnitiva. El eterno aspirante rompe la hegemonía del rey y se proclama campeón de la liga griega bajo una gran polémica.