EL PARTIDO EN CLAVE:
1. MINUTOS DE TANTEO: El empuje del Brose Arena Bamberg abría el choque con un enorme ambiente de baloncesto que invitaba a partidazo. En ese sentido, el conjunto de Andrea Trinchieri tenía claro desde el principio que la agresividad y la intensidad defensiva iban a ser dos aspectos claves en el choque, por lo que desde el principio se mantuvieron en esta línea. El Unicaja respondía con calma e intentando seguir el guion establecido por Plaza, algo que les ayudaba a mantenerse por delante a pesar del desacierto exterior. Las defensas parecía imponerse a los ataques, una cuestión que no parecía afectar a un Edwin Jackson muy seguro en cada momento.; su lenguaje corporal reflejaba que estaba con confianza.
2. MONOPOLIO EXTERIOR Y EL RITMO DEL BAMBERG: Ambos conjuntos se veían obligados a jugar demasiado por fuera, ya que la agresividad de las defensas y las ayudas eran un aspecto importantísimo para que el juego interior comenzara a desaparecer según pasaban los minutos. Ahí, con la pelea estando tan lejos del aro, Unicaja sufría para anotar sin Jackson en pista; los lanzamientos y las posiciones no estaban bien seleccionados. El Bamberg había encontrado su ritmo, con una gran circulación de balón y con mucho acierto y sometía por completo a los malagueños con un parcial sangrante que dejaba a Plaza con cara de póker. La defensa de Unicaja tampoco ayudaba demasiado a cambiar la dinámica.
3. EMPECINADOS, ESTÁTICOS Y CON EL AGUA AL CUELLO: El partido se le estaba complicando mucho a un Unicaja que no aprendía de los errores. Los malagueños estaban muy empeñados en lanzar de tres puntos, algo a lo que añadían poca movilidad. El baloncesto de los de Plaza estaba estancado, cada uno hacía la guerra por su cuenta y había poca circulación, una cuestión que le daba una razón de ser al partido que estaba planteando el Brose. Estando el partido cuesta arriba, Nedovic entró en pista a pesar de sus problemas en el tobillo, reflejando que Unicaja estaba en una situación extrema donde no se encontraba reacción. La imagen de los de Málaga no era la más adecuada, se estaban viendo muy superados por un Bamberg al que le estaba saliendo todo lo que quería y más.
4. UN PARTIDO “RIDÍCULO”: Joan Plaza lo tenía claro: “Estamos haciendo un partido ridículo”, y aunque suene duro no se aleja de la realidad. Unicaja estaba de cuerpo presente, pero no de mente, una cuestión en la que pudo afectar el largo y tortuoso viaje que les llevó hasta Alemania, que les tiene que llevar a Andorra el fin de semana y el de vuelta a casa. El conjunto andaluz cometió demasiados pecados, jugó muy lento y quieto, lo que provocó que sus lanzamientos fueran malos y su ataque un desastre. Sin embargo, tampoco estuvieron acertados en defensa, ya que en casi ningún momento pudieron frenar el ritmo vertiginoso de un Bamberg que olió sangre y se merendó a su víctima. Unicaja perdió su imbatibilidad y se mostró más vulnerable que nunca.
5. SI KUZMINSKAS NO APARECE, MALO PARA UNICAJA: En conjunto fue un partido malo de casi todos los jugadores, quizás sólo Jackson, Hendrix y Alberto Díaz se salvan en la noche de hoy, pero evidentemente este Unicaja no es tan Unicaja si Mindaugas Kuzminskas no está. El lituano es el hombre clave de los malagueños en esta Euroleague, había asumido mucho protagonismo ofensivo en poco tiempo y su participación se había convertido en determinante para que el brío de los de Plaza fuera una maquinaria bien engrasada. En Alemania, la figura del báltico se diluyó como un azucarillo y apenas apareció. En ese sentido, con Kuzminskas apagado, anotando 2 puntos y capturando 2 rebotes, es mucho más difícil levantar un partido en el que se hicieron pocas bien.